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jueves, 16 de febrero de 2023

ADIA-RD: Sector Agropecuario Debe Garantizar Soberanía e Independencia a la República Dominicana

 


En el marco de la celebración del 43 Aniversario de su fundación, la Asociación Dominicana de Ingenieros Agrónomos (ADIA-RD), por medio de su vocero oficial, el ingeniero César Matos, hizo un llamado al presidente de la república, Lic. Luis Abinader Corona, para que emprenda seriamente la transformación del sector agropecuario dominicano y que aborde con éxito los efectos de las crisis globales que se avecinan.

Señaló el ingeniero Matos que el sector agropecuario dominicano debe potenciar sus fortalezas mediante la innovación, el uso de nuevas tecnologías y la industrialización de los productos agropecuarios para aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados.

 

En ese tenor, Matos señaló que las autoridades agropecuarias dominicanas deben centrar su rol en la modernización del sector y la planificación a mediano y largo plazos de la producción, para sostener la creciente demanda local y las exportaciones.

 

El vocero de la ADIA-RD, llamó a las autoridades oficiales del sector agropecuario, a las universidades, fundaciones y organizaciones no gubernamentales que gravitan en el sector, a observar y analizar con seriedad las crisis de proporciones bíblicas que se avecinan por causa de la guerra en Europa (la cual afecta dos de los principales graneros del mundo), el cambio climático, terremotos, las crisis sociales de muchas naciones y las crisis políticas que viven muchos gobiernos del mundo.

 

La ADIA-RD en su 43 aniversario hace un llamado a todos los actores económicos de la nación dominicana a despertar del prolongado letargo que vivimos, porque se pueden venir cambios repentinos en la economía. Los ingenieros agrónomos dominicanos ven el sector agroalimentario como el garante de creación de nuevos empleos, de seguridad y soberanía, de crecimiento económico y desarrollo nacional.

 

César Matos subrayó que el actual esquema de importaciones solo beneficia a unos cuantos empresarios,  y se ha impuesto como modelo desde que se firmó el acuerdo de libre comercio, el cual solo ha contribuido a la pérdida de empleo en nuestro sector, debido al pobre desempeño de las economías rurales y la falta de incentivos a la producción.

 

Indicó el actual presidente de la asociación, César Matos, que estamos ante una gran oportunidad de estudiar la crisis sistémica que afecta el sector, de tal modo que se puedan plantear soluciones definitivas, en lo que tiene que ver con el futuro de nuestra agricultura y de la carrera de agronomía en la República Dominicana, y que el actual modelo que se quiere imponer ha excluido a los profesionales agropecuarios y el rol fundamental que estos desempeñan en el fomento, la innovación tecnológica y la investigación.

 

La Asociación Dominicana de Ingenieros Agrónomos (ADIA) cumple en este 16 de febrero 43 años, de su fundación. Haciendo un recuento de la actual coyuntura que vive el sector, el ingeniero César Matos deploró el abandono en que se encuentra el sector rural dominicano, cuyas potencialidades no son aprovechadas seriamente, ya que las inversiones en los programas de lucha contra la pobreza no pasan de ser una propaganda, sin que se logre en la práctica reducir significativamente la misma, tal como exhiben otros países del hemisferio (Ejemplo: Costa Rica, Chile, Bolivia).

 

Destacó el reconocido dirigente profesional que los signos del olvido siguen siendo:

 

1. Abandono de la infraestructura productiva básica en los proyectos de reforma agraria, mal estado de los caminos vecinales, canales de riego y drenajes.

 

2. Abandono de la agroindustria tradicional y su transferencia a monopolios (caña de azúcar, tabaco, café, etc.).

 

3. Abandono de los servicios de asistencia mínima del Estado en condiciones de emergencia a los pequeños y medianos productores.

 

4. Sustitución de la producción nacional por importaciones de alimentos que se pueden producir localmente.

 

5. Autorización irresponsable de importación de rubros agrícolas en el mismo momento en que se aproxima la cosecha a nivel local.

 

6. Ausencia de una adecuada inversión en los programas de investigación, capacitación (para productores y profesionales), y extensionismo agropecuario.

 

7. Ausencia de un verdadero programa de agricultura familiar, como base de sustentación de la economía rural y sub-urbana.

 

8. Servicios agrícolas insuficientes y caros.

 

9. El Estado no respalda la carrera de agronomía. La ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa (Ley 41-8) es letra muerta, los profesionales de las instituciones del Estado son echados a las calles sin que se les reconozcan sus derechos.

 

10. Funcionarios públicos incompetentes e improvisados, que usan los cargos que desempeñan para hacer florecer sus empresas.

 

César Matos, presidente de la ADIA, apeló al buen juicio y la sensibilidad del presidente de la república, Luis Abinader, para:

1.Reponer 700 agrónomos cancelados.

2. pensionar a unos 500 agrónomos envejecientes, los cuales llevan 2 años en espera de una pensión digna con disfrute del seguro de salud.

3.Mejorar el salario de otros 300 agrónomos que fueron pensionados con menos de 35 mil pesos.

 

El vocero de los ingenieros agrónomos destacó el trabajo que viene realizando esta organización para promover un ejercicio alternativo de la carrera de agronomía en la República Dominicana, el cual busca incluir a más profesionales en emprendimientos productivos, por medio de la Cooperativa Agropecuaria y Servicios Múltiples, Asistencia Técnica y Capacitación (COOPSEMATEC).

 

Por último, la Asociación Dominicana de Ingenieros Agrónomos (ADIA-RD) volvió a llamar a las diferentes corrientes internas que participan de la vida institucional de la ASOCIACIÓN NACIONAL DE PROFESIONALES AGROPECUARIOS (ANPA), a que se sienten en la mesa de diálogo y puedan conciliar sus diferencias para beneficio de sus agremiados.

La ADIA-RD hizo un llamado a los actuales funcionarios del sector agropecuario a no tomar partido en el conflicto de la ANPA, hecho que se constituye en un acto de prevaricación en el desempeño de sus responsabilidades, así como una falta de ética profesional.

El ingeniero Matos recordó que el actual proceso que vive la ANPA es muy doloroso, y exhortó a todos los actores a aprender de la historia:  LOS FUNCIONARIOS PASAN, LA ANPA SIGUE.

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