Titulares

viernes, 7 de diciembre de 2018

Orden de prisión para Manuel Díez Cabral

Por Johnny Arrendel

No soy abogado, pero mi percepción es que la responsabilidad de los propietarios y ejecutivos de la empresa Poliplast con relación a la tragedia por la explosión de un depósito de gas natural, y las consiguientes pérdidas humanas, pudiera ser de índole penal.

La prueba fehaciente que sustentaría un proceso criminal consistiría en los vídeos y fotografías tomados sobre todo por empleados de la empresa previo a la explosión.

No se ha explicado la motivación de que a pesar del riesgo inminente que representaba la proliferación de gas natural, uno de los carburantes  más expansivos y volátiles, los responsables de la compañía no cumplieran los protocolos de seguridad, entre los que se imponía la evacuación del personal, visitantes y vecinos.

Increíble que los empresarios no advirtieran de inmediato a las residencias, negocios, empresas y entidades de servicio colindantes, del alto nivel de peligro que corrían y que por tanto debían evacuar a todas las personas.

Obviamente, por demás, los servidores de Poliplast no estaban entrenados ni aleccionados sobre sus condiciones de trabajo en alto riesgo, por lo que no procedieron a escapar para salvaguardar sus preciosas vidas.

Ha surgido el rumor de que los encargados de seguridad obstaculizaron la salida de quienes intentaron alejarse y de una u otra forma les convencieron de volver a trabajar, situación sujeta a ser confirmada.

Juan Bosch escribió aquel cuento titulado “Los amos”, que habla de cómo la tradición del patrono en la República Dominicana es explotar al trabajador hasta sacarle el ultimo jugo, sin que su salud e integridad importen para nada.

Espero la opinión de abogados expertos en esta materia, pero, a mi juicio, en estos momentos, la titular del Ministerio Público en el Distrito Nacional, magistrada Rosalba Ramos, debería estudiar si procede o no el tramitar ante un juez orden de prisión preventiva y congelación de bienes para el presidente de Poliplast, Manuel Díez Cabral y demás ejecutivos altos de la empresa.

Naturalmente, esta tragedia también devela faltas graves en materia de regulación y supervisión de este tipo de empresas por parte de agencias diversas e instituciones del Estado, que también deben ser objeto de investigación seria.
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