Escrito por
8097026471
mayo 03, 2018
-
0
Comentarios
Alfred U., un austriaco de 63 años, fue arrestado bajo cargos de haber asesinado en su casa, en Viena, a una prostituta eslovaca, cuyo nombre no fue revelado.
Acusado de matar a la mujer, cortarla en pedazos y arrojar partes de su cuerpo a un lago, el hombre admitió ante la Policía que había escondido sus entrañas en el congelador 'para comérselas más tarde', recoge Kronen Zeitung.
La Policía inició la investigación después de que un pescador encontrara un torso femenino en el fondo del lago Neusiedl, que se extiende a ambos lados de la frontera entre Austria y Hungría. La cabeza cortada de la mujer fue hallada más tarde.
Se deshizo del cuerpo, pero mantuvo las entrañas
El miércoles, la Policía y la Fiscalía dieron una rueda de prensa conjunta en la ciudad austriaca de Eisenstadt, donde Alfred U. se encuentra actualmente bajo custodia.
Según el reporte, los oficiales encontraron las entrañas de la prostituta en una pequeña choza situada a orillas del lago Neusiedl, propiedad de Alfred U., donde este las mantenía en el congelador.
Cuando lo confrontaron, Alfred U. dijo que es caníbal y que quería comer la carne de la mujer. "Tenía la intención de probarla en una fecha posterior", explicó, según informes, el acusado.
Además, contó a la Policía que primero cortó el cuerpo en pedazos, con un cuchillo y una sierra, en la bañera en su casa en Viena.
Luego decidió triturar las entrañas de la mujer, para hacerlas lo suficientemente pequeñas como para caber en su congelador.
El hombre reveló que luego condujo varias veces en su viejo Mercedes hasta su choza en el lago Neusiedl, donde se deshizo del cuerpo pieza por pieza, pero conservó las entrañas.
Durante la conferencia de prensa, el investigador jefe de la Policía, Harald Brenner, aseveró que Alfred U. trató de "dar una pista falsa" para ocultar su crimen. Solo cuando los investigadores encontraron rastros de ADN de la mujer y lograron así pruebas contundentes, confesó el asesino su crimen.
"No soy una mala persona"
El acusado también dijo a la policía que conoció a su víctima en una estación ferroviaria de Viena. Luego llevó a la mujer a su casa, para tener relaciones sexuales, pero sostiene que su muerte "ciertamente no fue intencional".
"Le pedí que fuera amable conmigo, que me besara y acariciara. Ella lo rechazó. La agarré por su pecho, y de repente comenzó a gritar", recordó el hombre, según informa el mismo medio. "No pude soportar esos gritos, tuve que estrangularla para silenciarla".
Alfred U. es un exconvicto que pasó 32 años en prisión. Fue liberado en octubre de 2016 porque dos psiquiatras lo declararon inofensivo.
"No soy una mala persona. Solo quería que las mujeres me amaran. Pero no me trataron bien", aseguró a los investigadores Alfred U., quien, según la Policía, en 1984 fue encarcelado por atacar a un rival con una barra de hierro, violar a su novia y arrancarle con los dientes un pezón.
No hay comentarios
Publicar un comentario